AMÓS, contemporáneo de Isaías y Oseas, fue e1 primero de los profetas menores. Fue hijo de Nahum y padre de Matatías en la genealogía del Salvador (Lucas 3:25). Como natural de Judea, de la clase media o la clase baja, Amós vivió en Terna, en el Reino del Sur, unos 10 kilómetros al sur de Belén. Era la suya una aldea de pastores.
Él tenía un pequeño rebaño de ovejas (Amós 1:1) y tenía a su cuidado unas higueras silvestres (Amós 7:14). Amós era "recolector" de higos. En Oriente, la fruta madura cae al suelo y luego es "recogida"; por lo común no se toma del árbol, como en Occidente. Puede también llamársele "pellizcador" de higos, pues suele irritarse de ese modo la fruta para acelerar la maduración. Aunque no se educó en las escuelas de los profetas, fue llamado por Dios a profetizar en Israel (Amós 7:15) durante los reinados de Uzías de Judá y Jeroboam II de Israel.
Fue a Bet-el a reprenderla por sus pecados, pero Amasías el sumo sacerdote lo obligó a volver a Judá (Amós 7:10-17), mediante orden de expulsión que obtuvo del rey Jeroboam. Después de regresar a su casa, Amós escribió la esencia de sus discursos en un rollo que constituye el más antiguo libro de profecía que haya llegado a nuestras manos.
ANA fue la primera y más amada de las dos esposas de Elcana de Ramá. Su esterilidad la afligía mucho, especialmente cuando Penina, la segunda esposa, la atormentaba al respecto. Un día que la familia estaba en Silo ofreciendo sus sacrificios anuales, Ana estaba especialmente triste y comenzó a llorar porque no tenía hijo. Le prometió a Dios que si le daba un hijo varón se lo entregaría a él. Su oración fue oída y dio a luz a Samuel (que significa "Dios oye").
Tan pronto como lo destetó, llevó a Samuel al templo a prepararse para servir a Elí el sacerdote (1 Samuel 1: 24-28). Una vez al año, cuando Ana iba al templo a ofrendar sus sacrificios anuales, le llevaba a Samuel una túnica tejida por ella.
Dios bendijo a Ana por su obediencia dándole tres hijos y dos hijas. Se cree que María la madre de Jesús, conocía el cántico de alabanza que Ana entonó al dedicar a Samuel, porque es similar al que María elevó al contarle a Elisabet acerca de su visitante celestial. Referencias del Antiguo Testamento: 1 Samuel 1-2.