Balaam, hijo de Beor, fue un profeta no
israelita, oriundo de Petor, ciudad del norte deMesopotamia.
Notorio por sus poderes de adivinación, fue empleado por
el rey de los moabitas para maldecir a Israel. Dios intervino
valiéndose de una asna (Números 22:23-30), y Balaam
bendijo a los israelitas en vez de maldecirlos.
Predijo un
glorioso futuro para el mismo pueblo al que se le había
pedido maldecir.
Más tarde hubo una batalla contra los
madianitas.
Balaam luchó con los madianitas contra Israel
y fue muerto (Números 31:8).