Bernabé, que vivía en Jerusalén cuando se fundó la Iglesia, era un levita de Chipre. Fue uno de los primeros convertidos al cristianismo, y primo de luan Marcos (4:10).
Su verdadero nombre era José, pero los cristianos lo conocían por Bernabé, nombre que significa "hijo de consolación" (Hechos 4:36). Lo primero que oímos de Bernabé es que vendió uno de sus terrenos de Chipre y entregó el dinero a la comunidad cristiana.
También ayudó a Pablo en la obra de éste, aunque más tarde se separaron (Hechos 15:36-39). Se le describe
como "varón bueno y lleno del Espíritu Santo". Era bondadoso, compasivo y comprensivo para con todos.
Se le menciona por su nombre veintinueve veces en el Nuevo Testamento. La tradición afirma que fue el fundador de la iglesia ortodoxa de Chipre.