El Cornelio de Hechos 10.1 era un centurión italiano estacionado en Cesárea.
Este devoto varón tuvo una visión en que se le ordenaba mandar en busca de Pedro para que le enseñara más acerca de Dios.
Pedro, que simultáneamente había tenido una visión en la que se le mostraba que los gentiles no eran impuros, acudió a donde Cornelio y le enseñó acerca de Jesús y la misión de éste en el mundo.
"Este vio claramente en una visión, como a la hora novena del día, que un ángel de Dios entraba donde él estaba, y le decía: Cornelio." HCH.:10.3
Como resultado de esta visita, Cornelio llegó a ser uno de los primeros gentiles convertidos y uno de los primeros en recibir los dones del Espíritu Santo bajo el ministerio de Pedro (Hechos 10:24 ha sido llamado el Pentecostés de los gentiles).
Cornelio creía en Dios y se le permitía adorar en la sinagoga.
No seguía todas las costumbres judías y no era circuncidado.