Festo fue el sucesor de Félix en el gobierno de Judea.
Fue, nombrado por Nerón alrededor del año 60 A.C. y murió poco después.
Se le menciona sólo en relación con Pablo; presidió la audiencia de Pablo en Cesárea (Hechos 25).
Festo fue varón honrado, y posiblemente habría libertado a Pablo, de haber estado bien enterado del problema y de las tácticas empleadas por los acusadores de Pablo.
Festo se distingue como uno de los mejores funcionarios romanos.
Logró limpiar de ladrones el país y aplacar la agitación de su tiempo.