Hageo fue contemporáneo de Zacarías, el cual profetizó en el siglo sexto A.C. Ciro, rey de Persia, en el primer año después de conquistada Babilonia en 537 A.C., promulgó un decreto en que permitía el regreso de los judíos y la reconstrucción del templo.
En Esdras 2 consta que 42.360 judíos regresaron; la edificación del altar y la construcción de los cimientos del templo se mencionan en Esdras 3 y 4. Hageo halló al pueblo en Palestina débil, desalentado y negligente en cuanto a sus prácticas religiosas.
Su tarea fue alentarlos para reconstruir el templo y renovar un culto vigoroso.