El profeta Joel fue hijo de cierto hombre llamado Petuel. Joel probablemente creció en Judá, y está claro que profetizó en Jerusalén.
Es un tanto controvertible el tiempo exacto en que vivió y profetizó; probablemente fue en el siglo IX A.C.
Dos calamidades dieron pie a la producción literaria de Joel: una plaga de langostas y una gran sequía.
El profeta llama al pueblo a orar y ayunar. Quizá parte del pueblo haya respondido, pues al final del libro de Joel hay una nota de optimismo.