Juan el Bautista, el precursor de Cristo, nació tres meses antes que éste, y fue hijo de un sacerdote llamado Zacarías y su esposa Elisabet (Lucas 1:5-25, 57-80).
Al llegar a la edad viril, Juan decidió dedicarse a predicar en el desierto anunciando a Jesús, el cual estaba a punto de presentarse ante los judíos.
Aparte de su vestido, hecho de pelo de camello y atado con un cinturón de cuero, fue un segundo Elías que proclamó el mensaje de arrepentimiento: "Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado" (Mateo 3:2).
El antiguo historiador Josefo aclama a Juan el Bautista "varón excelente que amonestó a los judíos para que acudieran al bautismo, y practicó la virtud y la justicia para con todos los hombres, y la piedad para con Dios". Jesús también lo alabó. Nació cerca del 4 A.C. y fue decapitado entre el 29 y el 30 D.C. por Herodes Antipas por denunciar el matrimonio de éste con su cuñada Herodías (Mateo 4:1-12).