Mientras Lot, hijo de Harán y sobrino de Abraham, vivía con éste en Egipto, la prosperidad de ambos provocó disputas entre algunos de sus pastores. Para zanjar los desacuerdos, Abraham decidió permitir que Lot eligiera la mitad de la tierra, ya fuera el fértil valle del Jordán o la menos apetecible Canaán. Lot eligió lo primero.
Dios envió dos ángeles a Lot, que entonces vivía en la malvada ciudad de Sodoma, a decirle que sacara a su familia y huyera antes que la ciudad fuera destruida. Dejaron la huida para el último momento, y su esposa se convirtió en "estatua de sal" (Génesis 19:26) por no obedecer la orden divina de no mirar hacia la ciudad abandonada.
Lot y los suyos huyeron a las montañas. Él engendró en sus hijas a los progenitores de las tribus de Moab y Amón (Génesis 19:37-38). Referencias del Nuevo Testamento: Lucas 17:28-32; 2 Pedro 2:7 ss.