Madre de Juan Marcos y tía de Bernabé (Colosenses 4:10), puso su hogar a disposición de los creyentes como centro de adoración.
Quizá fue allí donde se realizó la última cena, y el Pentecostés.
También consta que al salir de la prisión Pedro fue allá (Hechos 12:12). Además, María era mujer de recio carácter; probablemente era una viuda acaudalada, que poseía casa propia y sirvientes (Hechos 12:13).
Se dice que el hogar de María estaba en el extremo occidencial en tiempos de Jesús.