Marta, la hermana de María y Lázaro (Juan 11:1), fue una mujer admirable y devota amiga de Jesús.
Marta vivía en Betania, en donde ella, como hermana mayor, hacía de ama de casa.
Se le menciona en la resurrección de Lázaro, en Betania.
En ese incidente Marta, al oír que Jesús estaba en camino, fue a su encuentro.
En esta ocasión Jesús pronunció su magna declaración sobre la vida eterna (Juan 11:20-27). (Véase "Lázaro".)