Priscila, o Prisca, era la esposa de Aquila, fabricante de tiendas, junto con el cual se la menciona siempre (Hechos 18:2, 18, 26; Romanos 16:3; 1 Corintios 16:19; 2 Timoteo 4:19).
Cuando Pablo estuvo en Corinto se alojó en su casa, y ellos a su vez viajaron con él hasta Éfeso.
Pablo la alabó siempre por la empeñosa obra que realizaba para el progreso del cristianismo.
El hogar de ella en Corinto, en Éfeso y en Roma fue sitio de reunión de las iglesias que en esas ciudades se formaron.
Junto con su esposo ayudó en la preparación teológica de Apolos.
Se ha sugerido, pero sin prueba alguna, que ella y su esposo fueron coautores de la Epístola a los Hebreos. (Véase "Aquila".)