Salomón (que significa "pacífico") o Jedidías (que significa amado de Jehová") fue el hijo menor del rey David y Betsabé.
Entronizado muy joven, Salomón acudió a Dios, no en busca de vida, riqueza o victoria, sino de sabiduría.
Dios se la concedió, y así alcanzó la fama. La primera esposa de Salomón fue una princesa egipcia, pero se dice que tuvo 700 esposas y princesas, amén de 300 concubinas.
Famoso por su sabiduría y por sus mujeres, se recuerda también a Salomón por sus escritos (que incluyen poesías y proverbios), su riqueza, su próspero comercio, sus magníficos edificios (que incluyen el templo, palacios y otras construcciones) y por su fortificación de Jerusalén y otras ciudades.
Durante su reinado de 40 años (961-922 A.C.), Salomón hizo mucho en pro de su patria mediante el comercio y la riqueza, pero también permitió que se arruinara.
Se construyeron templos paganos y se dejó al ejército sin preparación.
Tras una vida de riqueza y lujo, Salomón dejó a Roboam su heredero sólo el cascarón de lo que había sido un gran imperio.
La historia de Salomón se narra en 1 Reyes 1-14 y 2 Crónicas 1-13.