Sara (en hebreo, "princesa") fue la esposa de Abraham y madre de Isaac. Originalmente se llamaba Sarai. Poco se sabe de su nacimiento y parentela, porque la Biblia no contiene el relato de sus primeros años. Muchos creen que estaba emparentada con Abraham por la línea paterna de éste, pero ello no es seguro.
Como no podía darle un hijo a Abraham, le entregó por mujer a su sierva egipcia, Agar, para que le diera descendencia.
Agar dio a luz a Ismael. Pero Dios le prometió a Sara un hijo, aunque ya era demasiado vieja para concebir. La promesa de Dios se cumplió cuando Sara dio a luz a Isaac.
Al crecer los dos hijos, Ismael comenzó a burlarse de Isaac y Sara exigió que Abraham echara de su casa a Agar e Ismael. Dios hizo entender a Abraham que Sara tenía razón, y la sierva fue expulsada.
Treinta y siete años después de nacido Isaac, a la edad de 127 años, murió Sara en Hebrón.
Fue sepultada en la cueva de Macpela. Referencia: Génesis 20-23. (Véase "Abraham" y "Agar".)